jueves, 12 de abril de 2012

Heart Hearth

Tengo el poder de congelar el mundo por un minuto, lo vengo ensayando de niño. De pequeño a medida que iban aumentando los segundos realizaba cualquier tipo de proezas temporarias limitado por el segundero. No se notaban mucho, eran sutiles. Siempre consistían en situaciones culinarias o en la calle misma. No las voy a revelar por acá porque sino perdería cierta magia. Todavía las realizo, por eso digo o aclaro. Ahora llego al minuto. Congelo todo. El globo terráqueo por un minuto queda a mi entera disposición y siempre, pienso en Mariana y si la tengo a mano, la beso. Quizás suene un poco cursi, pero cada vez que lo hago ella reacciona distinto, siempre bien, la mayoría de las veces son sonrisas al viento o un sms, está bueno que sea así. Los corazones siempre reaccionan distinto a los estímulos del amor. Y si no está cerca no hago nada. El mundo cuando se congela por el tiempo que sea, se pone frío. Doy fé que el calor se lo dan los hombres. Los corazones, claro.

1 comentario:

Brian Hermida Stubbe dijo...

Esto es precioso, Esteban.