sábado, 24 de septiembre de 2011

Gurruchaga

Hoy a la mañana pude sentir que soplaba un viento sur en la vereda. Lentamente limpiaba las últimas hojas de la calle Gurruchaga, las movia como la bolsa de poliester de belleza americana (Sólo que sin el monologo). El viento tenia olor a arroz con leche quemado en alguna budinera perdida por ahí. En ese momento pensé en mi abuela y el azucar o la azucar quemándose en el recipiente. El viento se llevo mi pensamiento. Caminaba solo. Atrás mio venia una horda de brasileros con bolsas de Prune. Estaban contentos, habían conseguido buenas ofertas.

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