viernes, 4 de marzo de 2011

Escuare

El gris se transforma en canto rodado naranja, símil al transfer de blanco y negro a color, al cruzar por escazos minutos 400 mts 2 de plaza. No hay lozas amarillas, no hay enanos correteando por las acacias, no hay nada de ficción disneydantesca. Sólo hay gente durmiendo en los retazos verdes que salen del piso, algún que otro oficinista fumando un cigarrillo, un par de parejas ocupando bancos, (curioso hacer un punto aparte sobre ésto último, creo saber la cantidad de tiempo que están juntos, sólo midiendo la distancia que hay entre ellos) los infaltables pasea perros, la cada vez más cotidiana imagen de los chicos durmiendo en los brazos de tolueno (cambiando osos de dormir, por latas de pegamento) y los elevados prácticantes de tai-chi for export con caras de paque-zen-tes pitucos.
Pienso que uno en una plaza piensa mejor las cosas, la sapienza aparece en la plaza (piensa yan en tercera persona).
Por dios, como cambio los tiempos verbales, te estoy volviendo loco en primera persona, imaginás que estoy escribiendo en la plaza, tirado boca arriba en un banco, mirando como las ramas dibujan el cielo o en un café cambiando un cortado con medialunas, por muffins de arándanos y caramel macchiato imaginá, imaginá, imaginá, sólo éso, lo digo yo, lo dijo Lennon (ja, me puse primero que Lennon).
A donde voy con todo este relato, no tengo ni la más remota idea, sólo lo escribo, para que veas lo que veo, te doy un pantallazo mínimo de mi cabeza, te muestro la plaza que cruzo día a día, porque no la cruzo sólo, sino con una mochila llena de palabras, porque es el único momento dónde lo abstracto es más concreto, donde el gris, muta al naranja y viceversa, como ahora, que termine de cruzar al igual que éste breve relato.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que buena merienda compañero!!!!! es cortado con leche pasteurizada o rebajada a la Serenisima con Agua Oxigenada, lo admiro amigazo, siga por el camino de las visiones reales, es lo que se ve y no es lo que nos cuentan. Abrazo!!!
Juanma Petruelo

NubE dijo...

Querido Este-Yan,
Tiempos inmemoriales ha que no me deslizaba por entre tus palabras. Qué fresquito se siente al pasear por la plaza y ver y sentir al que pasea, ve y siente su plaza, su verde, su naranja, sus parejas, su día...