miércoles, 7 de julio de 2010

Minotauro

Recuerdo que cuando entró por la cueva, caminó unos pasos, apagó el telefono celular, me vió y comenzó a correr detrás mio por mi laberinto...mi laberinto, el rubio fanfarrón de Teseo seguia mis pasos con un puñal en su mano mientras gritaba como un desesperado para impresionar a su dulce Ariadna. Quién vive toda su vida en un laberinto conoce el camino de salida, en mi caso, el único camino era el frio puñal de Teseo (todos sabemos que, con solo mover un musculo de mi cuerpo Teseo no hubiese salido vivo). El caso es que yo elegí morir para darle fin a la leyenda que supe cosechar a mi alrededor y a mi laberinto. Dando por finalizada la situación, obviando la parte en la que me clava un puñal en el pecho y todos lo vitorean, nadie sabe que esa tarde salí triunfante en los ojos de Ariadna, en mis ultimos parpadeos queria sentir el tibio sol en su mirada, ver el brillo perfecto en el momento perfecto. Teseo no sabia que, noche tras noche, Ariadna entraba a mi laberinto, y lo que menos haciamos era hablar de mitología Griega.

No hay comentarios: