Al tiempo lo mido con las estrellas. Quizás sea porque me veo reflejado en diferentes estados a medida que pasa la noche. Entonces miro para arriba y ahí el tiempo es distinto, porque viene viajando hacia mi y lo abrazo a la distancia. Porque ahí está escondido el tiempo, no en un simple reloj que avisa que ya ha terminado mi turno.
Pablo Vieytes
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